Hay algo profundamente satisfactorio en transformar lo cotidiano en algo bello. Esa caja de leche o jugo que iba directo al tacho puede convertirse, con un poco de tela y creatividad, en un objeto decorativo que parece salido de una tienda de diseño.
Forrar cajas de tetra con tela no solo es una idea económica y sustentable, sino también una forma de dar un toque personal a los espacios. Podés usarlas como bolsitas de regalo, organizadores, floreros o portalápices. Lo mejor es que cada una adquiere su propia identidad según la tela que elijas: lino para un estilo natural, estampados florales para un aire romántico o géneros rústicos si buscás algo más artesanal.
Cómo hacerlo:
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Limpia y seca bien la caja de tetra.
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Corta la parte superior para darle la altura deseada.
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Medí y cortá la tela dejando unos centímetros extra para los bordes.
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Pegá con cola vinílica o pistola de silicona, estirando bien para evitar arrugas.
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Doblá los bordes hacia adentro para un acabado prolijo.
El resultado sorprende: una pieza única, elegante y funcional, nacida del reciclaje y la imaginación. Porque cuando el arte se mezcla con la vida diaria, hasta una caja vacía puede contar una historia nueva.
🌿 Crear también es una forma de cuidar el mundo.
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